Street food, Salvador de Bahía y marketing ‘boca-oreja’

Un caso real. De marketing boca-oreja. Y de cómo, sin #planificación y #estrategia, pero con #talento y #pasión puede nacer y triunfar un negocio.

El sueño de Suzana

Es la historia de Suzana. Y transcurre en Salvador de Bahia (Brasil), una ciudad mágica, por su doble influencia portuguesa y africana. Esta mujer humilde y fuerte vive desde hace más de 40 años en la Comunidade do Solar do Unhão, una modesta barriada que goza, eso sí, de unas vistas espectaculares sobre la Bahía de Todos-os-Santos. De joven, Suzana consiguió vencer la tartamudez y sortear vicisitudes económicas. Logró ganarse la vida lavando ropa, aunque lo que más le gustaba era cocinar, habilidad aprendida de su madre. Su sueño era ser cocinera. Y casi lo consiguió: el jefe de una obra contigua a su casa la contrató para que cocinara y sirviera a diario durante semanas el desayuno y la comida a su cuadrilla de 50 albañiles. Pero… la construcción se paralizó y Suzana no vio ni un céntimo. Fue la mayor decepción de su vida. Juró que nunca más sería cocinera.

El azar y la necesidad

Hasta que apareció fortuitamente en su vida el grupo Musas (Museu de Street Art de Salvador), un colectivo de grafiteros que recalaron en el barrio y empezaron a decorar sus muros. Hambrientos, preguntaron dónde comer algo y un vecino les mentó las habilidades culinarias de Suzana.

Los Musas se personaron en casa de Susana, una de las muchas viviendas precarias que se desparramaban por la ladera hacia el mar. Y ella, generosa y desenvuelta, se prestó encantada a darles de comer. Los grafiteros se enamoraron instantáneamente de sus platos, en particular, de la ‘moqueca de peixe’, un guiso de pescado tradicional de Bahia. Tras varias comidas, uno de los grafiteros bautizó aquel negocio espontáneo como ‘RéRestaurante Dona Suzana’. El redoble inicial (‘re’) era un guiño al tartamudeo, ahora imperceptible, de la anfitriona. Cuando Suzana vio el cartel, de quita y pon, se sintió definitivamente cocinera.

Foto: Rayssa Guedes

Su sueño no hacía más que empezar. Su marido, pescador, se convirtió en el proveedor oficial de la materia prima marinera. Y los Musas, simultáneamente Early Adopters y fans, se encargaron de activar el marketing, difundiendo en las redes las excelencias de aquel restaurante improvisado.

El triunfo del ‘boca-oreja’

Éxito inmediato. Empezó a acudir gente de Salvador. El ‘boca-oreja’ se disparó. Y el negocio, también. Los medios de #comunicación se hicieron eco de aquel restaurante tan genuino.

Y empezaron a acudir en tropel turistas. Primero, nacionales, de São Paulo, Río y Brasilia; después, de USA y Europa.

En resumen, un negocio fruto de un sueño, el de Suzana, pero especialmente de la combinación del azar con el talento, la autenticidad y la humildad. Y… con el ‘boca-oreja’, como gran palanca de crecimiento. Primero, de persona a persona (en inglés, Word of Mouth, abreviadamente WOM) y, posteriormente, en versión digital, con la viralización de las recomendaciones (se habla de ‘eWOM’ o ‘eWord of Mouth’). Es el sueño de cualquier negocio: que TE COMPREN, en vez de salir a VENDER.

Una aclaración lingüística: uso la expresión ‘boca-oreja’ porque la considero más correcta que la utilizada habitualmente, ’boca a boca’, que corresponde más bien a una técnica de reanimación. Probablemente, el uso tan extendido de ‘boca a boca’ al hablar de marketing se debe a confundir esa expresión con otra que sí es adecuada, que es decir que la información corre ‘de boca en boca’.  

¡Gracias, #Netflix, por descubrirme esta historia en la serie sobre #StreetFood en América Latina!

Curso online «Cómo Vender Más»

Floqq, la gran plataforma de cursos online, lanza esta semana un curso mío, recién salido del horno, llamado ‘¿Cómo Vender Más?. ¡Gracias, Floqq!

Es un curso sobre ventas 100% actual (efecto coronavirus incluido), práctico y condensado en 8 vídeo-capítulos de aprox 7 mn cada uno. Por tanto, en total, dura más o menos una hora. Y con un precio de lanzamiento muy asequible: ¡por sólo 48€ / persona! (en estos tiempos toca, vía online, democratizar la formación directiva ?)

Curso online «¿Cómo vender más?»

Consejos prácticos para enamorar a tus clientes.

¿A quién va dirigido? A vendedores, comerciales, responsables de venta, profesionales del marketing, directivos, empresarios y emprendedores. A lo largo de sus 8 módulos (en forma de vídeo-capítulos), aborda, sucesivamente, temas como la venta, el cliente, el método, sendos retratos del vendedor perfecto y del jefe de ventas ideal y la venta digital.

La filosofía que hay detrás es que la (buena) venta es una mezcla perfecta de ciencia y arte, que requiere de conocimientos y habilidades para llegar a buen puerto. Porque vender es difícil, pero tratándose de la actividad fundamental y prioritaria de cualquier negocio o empresa, es un reto diario al que se enfrentan los comerciales, los dueños, los directivos, etc. Con puntería, con método y con perseverancia se puede vender mucho y bien. Por ello, este curso tiene enfoque práctico, con abundantes herramientas y ejemplos reales, concebido para tener impacto inmediato en la actividad comercial. Por eso, los dos últimos módulos son consejos de lo que NO HAY QUE HACER y lo que SÍ HAY QUE HACER a la hora de vender.

Si quieres comprar y seguir el curso, puedes acceder desde aquí. ¡Espero que os guste!

enrique de mora

Curso «Consejos de Negocio en los Nuevos Tiempos»

Consejos de Negocio en los Nuevos Tiempos. Como algunos sabréis, al principio del confinamiento, se me ocurrió aportar mi granito de arena con una serie de vídeos (caseros) dirigidos a empresarios, directivos y emprendedores para darles pistas sobre cómo manejar y trasformar sus negocios ante los nuevos tiempos que se avecinan, tras la pandemia actual. Me complace informaros de que Floqq, la gran plataforma de cursos online, ha agrupado dichos vídeos en un mini-curso también llamado ‘Consejos de Negocio en los Nuevos Tiempos’. ¡Gracias, Floqq!

Por tanto, aquí tenéis este curso breve, muy pegado a la actualidad, y que pretende ser especialmente práctico.

Se compone de 7 vídeos de unos 5 mn cada uno, por tanto en su totalidad dura un poco más de media hora. Excepcionalmente, el acceso al curso es gratuito (dado que la situación que estamos viviendo también es excepcional).

Consejos de Negocio

Tras el vídeo de introducción, abordo en 6 vídeo-capítulos las áreas básicas de una empresa o negocio: marketing, ventas, finanzas, operaciones y RRHH. Termina con un vídeo de conclusiones, inspirado en mi reciente artículo ‘El efecto TALES’: O cómo las empresas pueden afrontar la crisis del coronavirus, publicado en Sintetia.

Vivimos una situación inédita, que va a dejar muchas heridas y cicatrices, tanto en el plano sanitario y social como en el económico y empresarial. Son tiempos difíciles, muy difíciles, sí. La situación es dura y dejara huellas, sí, pero se acabará. Y dejará un escenario diferente, en el que deberemos seguir adelante. Por eso, en el ámbito empresarial / laboral y de negocios, en vez de quejarnos y lamernos las heridas, lo más inteligente y práctico es que nos preparemos para los tiempos que vendrán.

Si quieres seguir el curso, en el que tan solo debes apuntarte, clica aquí. ¡Espero que os guste!

La ‘movida’ del coronavirus.

Tiempos difíciles, peores que un ataque preventivo de la URSS. Son tiempos de mucha policía, poca diversión, pero si algo no procede es la insurrección. “Hola, mamoncete, ¿qué haces por aquí?”, le pregunta una pareja de agentes a un paseante irresponsable. Son tiempos de responsabilidad colectiva y de responsabilidad individual.

Sobre un vidrio mojado escribí su nombre, sin darme cuenta, empieza por C y termina por S. Nada es igual. Son malos tiempos para la lírica. Y buenos tiempos para la épica, la del personal sanitario, la de los empleados de supermercados y de aquellos comercios básicos que nos atienden. Todos se merecen el aplauso. Lo estás haciendo muy bien, héroe anónimo. Hay que evitar el pánico en el hospital. ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este? Marta tiene un marcapasos, y eso la convierte en paciente de riesgo. “Devuélveme a mi chica”, se lamenta el novio, confinado en su apartamento. Nadie quiere vacaciones en la morgue.

Tiempos de responsabilidad.

#YoMeQuedoEnCasa. En espera de otro mundo mejor. Vaya, vaya, aquí no hay playa. Esto no es Hawai. Busquemos nuevas maneras de vivir. Teletrabajando. Organizando. Cuidando a mayores y pequeños. Sacando lo mejor de nosotros mismos. Disfrutando de aquello para lo que nunca teníamos tiempo. Escuchando aquella canción de Roxy. O bailando. Bailando sin salir de casa. Mueve tus caderas.

Y, a pesar del aislamiento, ¡cuidemos nuestras relaciones! Ahora que es imposible disfrutar al calor del amor en un bar, dime que me quieres, pero dímelo en casa. O por Skype.

Querríamos estar en Venecia o en Groenlandia. Pero sólo podemos ir al supermercado o a la farmacia, racionadamente. Superada la fase ‘horror en el hipermercado’, cuando vayas a comprar, no mires a los ojos de la gente. Ni a la mascarilla. Ni a los guantes. Mantén la distancia. Es como si tuviéramos veneno en la piel. No tocarte. Y al volver a tu refugio, mucho jabón. Y champú de huevo.

¿Quién me ha robado el mes de abril? ¿Y la semana santa? Todos sabemos la respuesta. El ____ coronavirus. Vaya movida, sí. Aceptémosla. Aprendamos. Preparémonos. Aprovechemos para cambiar paradigmas. Salgamos fortalecidos. Son tiempos de responsabilidad. Que Dios reparta suerte.

PD: Y, de propina, una canción de la movida: https://www.youtube.com/watch?v=LyCQvyrZzW0

Historia de una fotografía

Esta es la historia de una fotografía. Todo empezó en 1957, cuando un joven almeriense aficionado a la fotografía retrató con su cámara a una niña de 11 años en el quicio de la puerta de su casa-cueva en La Chanca, el barrio marginal situado bajo la Alcazaba de Almería. Carlos, así se llamaba el joven aficionado a disparar instantáneas, bautizó la foto con el nombre de ‘Niña Blanca’, “porque su ropa y la pared tenían la misma estructura, como de cal”.

Niña blanca (Carlos Pérez Siquier, 1957)

Aquella foto y otras que hizo durante muchos fines de semana a otros pobladores de la Chanca para retratar su día a día, se convertirían en el símbolo del barrio, cambiando, de paso, la vida de aquel treintañero empleado de banca, para dedicarse profesionalmente a su verdadera pasión, la fotografía. El reconocimiento le llegó tarde al fotógrafo almeriense, pero en 2003 obtuvo el Premio Nacional de Fotografía.

La Fundación Mapfre de Barcelona le dedica a Carlos Pérez Siquier (¡89 años!) una gran retrospectiva con 174 fotografías de seis décadas, desde 1957 y hasta 2018, en la que destaca su pionero salto al color cuando este estaba reservado a la publicidad.

Con motivo de la inauguración de esta retrospectiva, en la crónica de ‘El País’ Pérez Siquier rememoraba cómo hizo la foto de ‘la niña blanca’ en La Chanca: “Subí como hacía cada fin de semana a fotografiar el día a día de las personas que vivían allí. Cuando pasé por delante de la niña, se colocó y posó para mí. Fue como un flechazo. Y yo que soy muy rápido le disparé una sola foto. Luego se metió a su casa sin cruzar una palabra y no volví a saber nada más de ella”.

Hace poco, más de seis décadas después de la foto que le hizo en 1957, el fotógrafo y la ‘modelo’ improvisada volvieron a encontrarse. ¿Qué provocó el encuentro? Elena, una de las hijas de la “niña blanca” descubrió la foto y contactó con el fotógrafo almeriense para pedirle una copia: quería regalársela a su madre con motivo de su cumpleaños. Ese obsequio tan especial provocó que Ángeles Hernández, así se llama la protagonista de la foto, quisiera conocer al celebrado autor de la misma. La ‘niña blanca’ reconvertida en mujer madura acudió emocionada al encuentro de un no menos emocionado Pérez Siquier y le desveló que el día de la foto, aunque su madre le dijo que se metiera en casa, ella sintió curiosidad por ser fotografiada por el ‘americano’, como llamaban los habitantes de la Chanca a aquel treintañero que se empeñaba en retratar la cotidianeidad del barrio.

Y le contó también cómo cambió su vida. Se lanzó a la aventura para irse a Mallorca a trabajar de limpiadora en un camping. Allí conoció a un inglés, que antes de regresar a su país, le prometió que volvería a por ella. Ante tamaña declaración de intenciones, la chica de la Chanca, sin apenas saber inglés, le preguntó dónde trabajaba. Cuando él le contestó que “en la bolsa”, Ángeles pensó que trabajaba de …. ¡basurero! Se casaron y se fueron a vivir a Londres, donde la joven almeriense descubrió que su flamante marido era eso que denominaban bróker…

Historia de una fotografía. 1957 … y 62 años después…

Y aquí la vemos, fotografiada de nuevo por Pérez Siquier en el quicio de la misma puerta de la misma casa de la Chanca, sesenta y dos años después, con una bonita trayectoria a sus espaldas. De la Chanca a la City de Londres. “Nunca pude imaginar cómo esta chica que nació en este barrio tan marginal hubiera estado en tantos sitios del mundo. Es una historia preciosa”, relataba Pérez Siquier.  

Efectivamente, es una bonita historia. La historia de una fotografía, que ayudó a dar identidad y fuerza a un barrio marginal y marginado. Y, también, la historia de Pérez Siquier, que transformó con éxito su pasión en profesión, y la de la ‘niña blanca’, que logró trascender sus orígenes humildes y crearse una vida plena. Una historia en la que se entremezclan talento, emociones, pasión, sentimientos, actitud, desarrollo personal y afán de superación. Esa es una de las fotos y de las historias que hay detrás de la exposición retrospectiva (hasta el  17 de mayo), sobre la obra de Pérez Siquier. ¡Merece la pena!

Conferencia Seduce y Venderás (extracto), Almería 25 noviembre 2017

A finales de noviembre de 2017, tuve el placer de intervenir en el ‘IX Encuentro Almeriense para un Mundo Mejor’ con la conferencia «Seduce y Venderás». No muchos eventos consiguen llegar a una segunda edición y no digamos a una tercera. Pues este ya ha celebrado nueve ediciones, año tras año desde sus inicios. Mérito de José Luis Mellado y de su equipo. José Luis es el “valedor” del Management y de la Gestión de Emociones en Almería y en toda Andalucía Oriental. Este evento empezó llamándose «Encuentro de directivos almerienses» porque nació enfocado al Management, si bien al cabo de pocas ediciones se reconvirtió en «Encuentro Almeriense para un Mundo Mejor» al abrirse al apasionante mundo de las emociones y el humanismo en general. Ya había tenido el placer de participar en una edición anterior, la 3ª edición con una conferencia inspirada en mi libro «Funny-Pop».

El lema de este año ha sido un pequeño hallazgo, ‘Amor con sentido’. El evento se celebró en el espectacular y gigantesco Paraninfo de la Universidad de Almería.

En él participaron también la conocida periodista Celia Blanco (@latanace en las redes sociales), directora del programa ‘Contigo dentro’ de la CADENA SER, y Emilio del Águila, Director del Área de Gestión del Talento del Grupo Cooperativo CAJAMAR. 

Todos los conferenciantes abordamos el tema del amor desde diferentes perspectivas. Nuestra conferencia «Seduce y Venderás» se enfocó en el apasionante mundo del amor al cliente (¿cómo enamorarlo?, ¿cómo seducirlo?, ¿cómo fidelizarlo?)Celia Blanco habló de «Desearte con todas las consecuencias», centrándose en la sexualidad y las emociones, y Emilio del Águila de «La pasión, un elemento diferenciador», tanto en el ámbito laboral como en el personal.

Una vez más en este evento, fue espectacular la participación. Del orden de los 300 asistentes, entre los que abundaban directivos de empresas locales y, también, estudiantes de la Universidad de Almería. ¡Enhorabuena a los organizadores!

El fin del mundo tal y como lo conocemos

Libro de Marta García Aller. Editorial Planeta, 2017.

El título puede sonar pelín apocalíptico, casi ‘jimenezdelosiano’, pero el subtítulo tranquiliza e indica por dónde van los tiros: ‘las grandes innovaciones que van a cambiar tu vida’. Es un libro sobre I-N-N-O-V-A-C-I-Ó-N, en mayúsculas. Y, por tanto, sobre tecnología, tendencias y futuro. Y, consecuencia de todo ello, sobre cambios de hábitos sociales. Es un ensayo fundamentado y ágil que busca entender y explicar lo que se avecina, aprendiendo de todo aquello que estamos dejando atrás.

No recuerdo cuando descubrí a la autora, la periodista Marta García Aller, pero sí que fue leyendo artículos suyos en la revista ‘Actualidad Económica’ y que me enganchó su forma de escribir y de contar la actualidad con puntería, soltura y humor. Ya sea en sus crónicas políticas (impagables muchas de sus colaboraciones en El Independiente) o en sus libros, disecciona la actualidad con viveza y desparpajo. Además de escribir, es profesora asociada del Instituto de Empresa, en la rama de Ciencias Humanas y Tecnología. Este último apunte biográfico no es baladí, dado que el Instituto de Empresa -para los amigos, IE, abreviándose igual que Inteligencia Emocional, lo que no puede ser casual- es, a día de hoy, la más innovadora de las tres grandes escuelas de negocio españolas (las otras son, obviamente, el IESE y ESADE).

“El fin del mundo tal y como lo conocemos” está estructurado en dos partes: ‘Cosas que se acaban’ e ‘Ideas que se acaban’. La primera parte se refiere a cómo están cambiando aspectos tan tangibles como el trabajo, el dinero o la fotografía, entre otros, y la segunda a conceptos como la forma de conversar, el reloj biológico o la intimidad, y algunas otras cosas más. Y, ojo al dato, el libro termina con bibliografía recomendada, para que podamos seguir tirando del hilo de las reflexiones que suscita la lectura.

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Lo que pudo haber sido y no fue

“El pasado está lleno de predicciones que nunca sucedieron. Y de futuros que envejecieron muy rápido. Se anuncian cada poco avances presuntamente fascinantes que caducan rápidamente en el olvido, porque las épocas de innovación lo son también de fracasos constantes.” Esta frase, extraída de uno de los primeros capítulos, define muy bien el espíritu del libro. El ensayo de Marta García Aller muestra un enfoque abierto hacia lo que viene, tamizado por el sentido crítico y por el sentido de la perspectiva. Hablar del futuro obliga a revisar el pasado y a analizar lo que antaño fueron aciertos -unos duraderos, otros efímeros- y fracasos que provocaron la muerte o agonía de empresas que parecían consolidadas (Kodak y Nokia son dos ejemplos). Ese acercamiento al pasado merece la pena, especialmente para los más jóvenes, que, como explica la autora, ya no recuerdan el mundo antes de Google.

Si mi abuela levantara la cabeza…

En el despliegue de innovaciones que nos depara y deparará la tecnología, cada lector encontrará aquellos temas que le seduzcan más. A mí, me han interesado particularmente las reflexiones sobre qué significa hoy en día la conexión a Internet, sobre la inteligencia artificial -tras décadas oyendo hablar de robots, ya han llegado de verdad- y sobre la transformación de la fotografía. Recojo aquí, a vuelapluma, algunas de las ideas del libro sobre esos tres ámbitos. Primero, la conexión a internet -sin la que vivimos durante siglos- ya es tan ubicua e invisible como la luz y el agua corriente. Y eso lo cambia todo, como lo hizo en su día la electricidad. Segundo, con la inteligencia artificial capaz de crear máquinas que piensen solas, se avecina una sociedad completamente diferente, en materia de empleo y en todos los terrenos (¡coches que conducirán solos!). La robotización afectará en España a cerca de la mitad de los trabajadores en la próxima década. El libro explica que los robots acabarán haciendo cualquier cosa en la que los humanos seamos mejores cuanto más entrenemos. La cuarta revolución industrial ya está colándose sibilinamente en nuestras vidas. El resquicio a la esperanza está en que seguirán siendo humanas aquellas tareas relacionadas con la percepción y manipulación en entornos desordenados, las que requieran inteligencia creativa e inteligencia emocional. Ahí, los robots, por mucho que piensen por sí mismos, lo tienen complicado. Y, en tercer lugar, hoy en día lo fotografiamos todo, pero las fotografías digitales que hacemos con el móvil no tienen, como antes, el afán de inmortalizar un instante sino de comunicarlo y compartirlo (a menudo, postureo mediante). Las redes sociales son el antiguo corcho de la habitación. Reflexiones interesantes, ¿verdad?

De la transformación digital a la transformación social

En el libro tienen cabida el internet de las cosas, el ‘big data’, los algoritmos, los robots, los drones, las redes sociales y hasta la posverdad. “Que algo sea posible no quiere decir que vaya a funcionar” asevera Marta García Aller, lo que le da pie a explicar algunos sonoros fracasos en materia de inventos e innovaciones empresariales. Véase el escaso recorrido de las Google Glasses lanzadas a bombo y platillo en 2012. En aquel momento todavía no habíamos adquirido la costumbre de fotografiar cada plato en los restaurantes. “Sin una función social, la tecnología fracasa”, concluye. Las nuevas tecnologías han propiciado el fin de hábitos que antaño parecían inmutables por los tiempos de los tiempos, como el de consultar la enciclopedia que ocupaba el lugar de privilegio en las estanterías del salón. La autora nos advierte de que el gran tesoro del siglo XXI es el rastro que dejamos en la red. Cualquier aplicación que utilicemos con frecuencia -llámese Facebook, Twitter o Google Maps- sabe más de nosotros mismos que nuestra pareja y amigos. Y no digamos si nuestro perfil es abiertamente narcisista y nos gusta más de la cuenta dejar rastro. Todo ello puede ser aprovechado por empresas (o desaprensivos) que quieren sacar tajada (legítima o no tanto) de nuestros hábitos de consumo. El gran negocio, ya sea en internet o a pie de calle, serán los datos. Ya está siendo así. El reto de cualquier comercio o empresa que se precie es saber quién es su cliente potencial o real y qué le interesa. Desde el punto de vista empresarial, lo que importa es conocer y entender las reacciones del consumidor. Bajo esa premisa, García Aller analiza el éxito de empresas como Amazon o la propia Zara, que desde el principio enfocó su negocio a conocer lo que demandaban sus clientes.

Y, por supuesto, García Aller aventura hipótesis de por donde se moverá el futuro. Por ejemplo, los zepelines que Amazon ha patentado como una especie de almacenes aéreos de productos, que podrían sobrevolar las ciudades del futuro llenos de mercancía con la que abastecer rápidamente a los drones de reparto que sirvan las compras a domicilio. Como dice la autora, eso sería realizar las compras en internet en la nube. Literalmente.

En síntesis, un libro para entender cómo todo está cambiando y transformándose. Un libro que de modo muy ameno -la sonrisa asoma con frecuencia- explica que la transformación digital conlleva la transformación social. En definitiva, un ensayo que me ha hecho pensar. Y eso no lo consigue cualquier libro ?. Como decían mis admirados Radio Futura, ‘El futuro ya está aquí’. Y este libro da cuenta de ello, con profusión de datos e información basada en la evidencia. Y con realismo y gracia.

‘La librería’, de Isabel Coixet

Tras una semana muy intensa y viajera, anoche pude disfrutar de la última película de Isabel Coixet. Disfrutar es el verbo adecuado. “La librería” es la adaptación de la novela homónima de Penelope Fitzgerald. Al leer la novela, Isabel Coixet se sintió totalmente identificada con el empeño y coraje de la protagonista.

Es una película para amantes del cine y, también, de la lectura, esos dos refugios que tenemos a nuestro alcance para cultivar el espíritu y entretener el tiempo y la imaginación. La interpretación de Emily Mortimer, que encarna a la protagonista, es admirable. La del maduro actor Bill Nighy, no digamos. Las interpretaciones están aderezadas por los diálogos, la fotografía y, como no, por la banda sonora, que se deja oír justo cuando conviene, con algunos momentos jazzísticos que me han llegado al tuétano.

“La librería” es el retrato de la vida a finales de los años 50 del siglo pasado en un pueblo costero británico, con su sempiterno tiempo gris y sus escasas opciones de ocio, más allá de los paseos al borde del mar y, la participación en alguna que otra celebración social. Narra con ritmo y sentimiento la tenaz lucha de una mujer por llevar adelante su sueño, abrir una librería, a pesar de tener a casi todo el pueblo en contra. Repensándolo unas horas después de haberla visto, es un film sobre la imperfecta condición humana y sobre el difícil arte de emprender un negocio.

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La condición humana

La envidia, los celos, el cotilleo y la hipocresía son características intrínsecas a la condición humana y están muy presentes en la localidad costera donde transcurre la historia. Esa joven forastera que llegó hace unos años y que sólo quiere cumplir la ilusión de su vida al encontrar lo que considera la casa adecuada para abrir su negocio, se topará con la cerrazón e incomprensión de los habitantes del lugar. Su condición de viuda joven (¡un pecado imperdonable!) le dificultará enormemente sus planes, por la incomprensión social de sus vecinos, comandados por la más poderosa del lugar. La soledad, el coraje y la rebeldía son también protagonistas destacados de la historia. Como dice Carlos Boyero, “Coixet describe todo esto con una delicadeza y un tono cercanos a la orfebrería. Imágenes, diálogos, silencios, pequeños y reveladores gestos conviven en armonía, arropados por una atmósfera magnética y veraz”.

El difícil arte de emprender

Analizada en clave de gestión empresarial (deformación profesional), la historia nace de la ilusión de la protagonista por montar una librería. Es su sueño, porque su feliz pero truncado matrimonio surgió del encuentro fortuito en una librería de Londres con el que se convertiría en su marido. A base de trabajo y tenacidad, logra inaugurar su librería, a pesar de que desde que expresó su deseo de hacerlo, medio pueblo le muestra su rechazo al proyecto, por razones variopintas. La principal opositora a su iniciativa emprendedora es una poderosa aristócrata, quien bajo sus elegantes modales y aparente filantropía esconde a una verdadera arpía. Contra viento y marea, la librera logrará su propósito, con la única ayuda de una niña rebelde y de un (presunto) misántropo. De hecho, la empatía entre estos dos personajes y la librera es especialmente conmovedora. En el pueblo no existe el hábito de leer, excepto en el caso del solitario y hermético misántropo, un personaje que atrapa desde el principio, gracias a la presencia y dotes interpretativas de Bill Nighy. Hay dos escenas protagonizadas por la librera y el viejo lector solitario, una en la inexpugnable y decadente casa del anciano y otra frente al mar, que valen por sí solas la película. Por supuesto, los inicios del negocio son difíciles. Es un pueblo con nula vida cultural y un total desinterés de sus habitantes por los libros. Aun así, poco a poco, la librería irá atrayendo a clientes de pueblos cercanos. Al apostar por un libro recién publicado (‘Lolita’, de Nabokov), la librería vivirá un punto de inflexión que parece catapultar el negocio al éxito. No obstante, la persistente hostilidad de la aristócrata, le complicará la existencia. De forma más implícita que explícita, el film cuenta los avatares de emprender un negocio (financiación, contexto legal, reclutamiento de colaboradores, la motivación de los mismos, marketing, etc).

En resumidas cuentas, “La librería” es una historia de relaciones humanas y de emociones. Merece la pena verla. Y más si se siente algún tipo de veneración por ese extraño objeto llamado libro.

Una historia sobre motivación…

La historia que explico en este vídeo (en poco más de 3 minutos) me la contó hace veinte años un médico en un pintoresco pueblo del norte de Brasil. Fue durante una comida en un lugar alejado del mundanal ruido del congreso médico al que estábamos asistiendo (en aquella época yo trabajaba en un laboratorio farmacéutico español y estaba supervisando el lanzamiento en Brasil de un medicamento de investigación propia).

Estábamos hablando de la famosa PNL (Programación Neuro-Lingüística), de la que el médico era un experto (yo, en absoluto) y, para ilustrar algunos conceptos de la misma, me contó un par de historias. Lo cierto es que ya no recuerdo los detalles de la parte PNL de la conversación…, pero sí me acuerdo perfectamente de las dos historias. Las dos me gustaron, pero esta, me sedujo. Nunca la había escuchado hasta entonces y la verdad es que tampoco después, no como tantas otras que circulan arriban y abajo.

No me pude imaginar en aquel entonces que la adoptaría, la haría mía -con algunos toques personales-, la escribiría en mi primer libro (Funny-Pop, publicado en 2008 por Empresa Activa / Urano) y la contaría centenares de veces en convenciones de empresas y en foros variados, adaptando siempre la moraleja final al contexto. A día de hoy, me sigue pareciendo un relato muy adecuado para captar la atención del público y, también, para inspirar a la motivación en el trabajo, para directivos, empleados, vendedores, etc.

La motivación o el por qué las personas hacemos lo que hacemos (o no) es un tema que me apasiona. ¿Qué nos empuja a realizar ciertas actividades con verdadera pasión y en cambio nos frena para hacer otras? ¿Por qué algunas personas se sienten encantadas con determinadas tareas y otras personas, de preparación parecida a aquellas, aborrecen esas mismas tareas?

El término “motivación” proviene del latín movere y se refiere a aquello que nos dirige o impulsa hacia una acción en particular. Según la definición de Mitchell, la motivación es el conjunto de procesos fisiológicos que causan la estimulación, la dirección y la persistencia de acciones voluntarias dirigidas a los objetivos.

El hecho de que las personas nos guiemos por motivaciones diferentes se debe a las distintas creencias o modelos que cada uno de nosotros tiene sobre el mundo. Dichas creencias actúan como ‘sistema descodificador’ de la realidad, brindándonos interpretaciones determinadas e individuales. Esta subjetivización de la realidad es la que, frente a hechos concretos, nos hace desarrollar actitudes diferentes a las de otros individuos. Estas creencias, adquiridas consciente o inconscientemente a lo largo de nuestro desarrollo y aprendizaje vital, son las que condicionan la manera que tenemos de afrontar y actuar ante las diferentes situaciones que nos depara el día a día.

Ojalá os guste la historia. Y, sobre todo, os motive… 🙂

¡El verano ya está aquí!

Tras meses y meses de trabajo, tras meses y meses de frío, lluvia y nieve, de esfuerzo, de éxitos y de fracasos, de previstos y de imprevistos, ha llegado de nuevo -¡oh, sorpresa!- el verano. Y con él, llegan las vacaciones, que todos, las merezcamos o no, adjetivamos como «merecidas», cayendo una vez más en los lugares comunes del lenguaje.

En los periódicos, en las revistas, en los blogs, en todas partes, florecen artículos con consejos sobre cómo afrontar el relax, qué viajes realizar, qué libros leer, qué alimentos frescos son los mejores, cuáles son los «looks» más adecuados, qué ropa ponerse, cómo relacionarse con la familia, etc, etc.

Las revistas de moda, por ejemplo, dedican páginas y páginas a la llegada del verano. Marie Claire, por elegir una, se centra en lo que llaman la gran pregunta: «¿Qué meto en mi maleta de viaje?» Y contesta: «Un mar de dudas se adueña de nosotras al enfrentarnos a  esta pregunta, que adquiere un dramatismo extra cuando, además, nos la hacemos frente al armario y con las puertas abiertas de par en par. A ver, ¿Hará frío por la noche?¿Llevo zapatillas?¿Cuántas camisetas elijo?¿Me atrevo con un vestido más arreglado por si alguna noche salimos?¿Echo por si acaso  esta camisa? Te suena todo,sí, lo sabemos. Por eso queremos ayudarte. Las islas Baleares, Namibia, Brasil, La Costa Brava, El Sur de Francia, Las Maldivas…Elijas el destino que elijas y hagas los planes que hagas, hemos comprobado que existen una lista de looks básicos que, si no los llevas a cabo idénticamente, seguro que te servirán a modo de inspiración y de máxima utilidad. Para que te quites el chip de tu ‘uniforme de trabajo’ hemos armado estos estilismos adaptados para planes de lo más variados de viajes de verano: para un paseo por la zona marítima, para una cena especial, para un plan deportivo, ¡e incluso para un festival!»

Un periódico económico como «Cinco Días» aporta un enfoque más sesudo y nos da algunos datos interesantes: «Las vacaciones son tiempo de relax y disfrute, pero ¿y los preparativos? Resultan estresantes para el 17% de los españoles, según los resultados de la Encuesta internacional de viajes de Momondo.es. Decidir presupuesto y destino, elegir vuelo y hotel y hasta hacer las maletas son algunas de las cosas que más nerviosos nos ponen. Otros datos relevantes son que cuatro de cada diez españoles reserva sus vacaciones con dos o tres meses de antelación.» Y, seguidamente, recomienda escapadas varias, unas a playas cercanas, otras a destinos exóticos.

Y así, cada medio de comunicación, cada blogger y cada cual, lanza sus reflexiones y propuestas para este verano. En mi caso, he aquí una simple enumeración de las cosas que uno puede hacer en verano. ¡A disfrutarlo!