El sistema nervioso de las organizaciones

Una de las grandes asignaturas pendientes de la mayoría de empresas es ¡¡la comunicación interna!!.  En una encuesta realizada por RMG, Consultora de Marketing y Comunicación se desvelaba que en casi la mitad de las empresas analizadas la comunicación interna existía pero se limitaba a una interlocución muy básica en forma de diálogo entre el trabajador y su jefe más inmediato. Y que tan sólo un 19% cree que las empresas son conscientes de los beneficios que aporta esta herramienta de comunicación, mientras que el resto se centran en la obtención de resultados o desconocen cuáles son las herramientas a poner en práctica. Las herramientas con las que se materializa la comunicación interna abarcan un abanico muy amplio que combina el uso de las nuevas tecnologías con los canales tradicionales. Las más habituales son el correo electrónico, las reuniones, y la Intranet. En menor medida, también se realizan boletines o revistas internas/newsletter y se participa en redes sociales y foros. Estas opciones más modernas no evitan que se sigan utilizando canales de comunicación tradicionales como la realización de eventos o fiestas, entrevistas personales e incluso tablón de anuncios o buzón de sugerencias, aunque éstos ya relegados a los últimos puestos.

  • La comunicación interna es el sistema nervioso de cualquier organización: tiene que fluir en todas las direcciones. la comunicación interna es responsabilidad de todos. Tiene que fluir en todas las direcciones. No sólo de arriba abajo. De abajo arriba, hacia los lados.
  • Porque, como dice la empresaria Nuria Vilanova, la comunicación interna es el sistema nervioso de una organización. Su impulso se tiene que mover por todos lados. El objetivo de la CI es generar 3 cosas: primero, Conocimiento; segundo, Compromiso y tercero, Acción. (CCA)
  • Las compañías que mejor comunican internamente, son las que son capaces de escuchar.
  • La comunicación interna debe ser más fresca, más emocional, más cercana, más divertida, más transgresora. De hecho, sólo es verdaderamente eficaz si es espontánea. Si tiene que pasar filtros y controles, deja de serlo.
  • Actualmente, se considera que las conversaciones son el núcleo en la gestión del negocio. De las conversaciones surgen las ideas y las ideas se transforman en innovación. Por tanto, hay que facilitar esas conversaciones, a través de plataformas tecnológicas. A través de redes sociales internas, como Yammer, que es una especie de Twitter interno.
  • ¿Qué tal fluye la Comunicación Interna en tu organización?

Blue & Lonesome.

 

Once años después de su anterior trabajo (“A bigger bang”), por fin tenemos nuevo disco de los Rolling Stones. “Blue & Lonesome”, publicado en diciembre, es el segundo disco del grupo en el milenio actual y el vigesimoquinto de su carrera.

Obviamente, no todos los discos de su trayectoria son igual de “redondos”. La primera década de los Stones fue la que aportó frutos más gloriosos, como “Beggars Banquet” (1968), “Let it bleed” (1969), “Sticky Fingers” (1971) o “Exile on Main Street” (1972), pero no son nada desdeñables obras posteriores como “Tattoo You “(1981) o el propio “A bigger bang” (2005).

El disco recién salido del horno, “Blue & Lonesome” es un verdadero homenaje al blues, el género que practicó la banda en sus inicios y que arrasaba en los clubes londinenses de los primeros años sesenta. Es un álbum de versiones, no por escasez de ideas de los viejos rockeros británicos, sino para rendir cuentas, ¡por fin!, con sus orígenes. Los Stones siempre han reivindicado la importancia del blues en su trayectoria. Este era un disco pendiente y anunciado mil veces desde hace años. Ha tardado en llegar, pero la espera ha merecido la pena. Con “Blue & Lonesome”, los Stones nos arrastran desde el principio a la atmósfera cruda de aquellas sesiones de antaño en los clubes londinenses. Si cierras los ojos y te dejas llevar, casi notas el humo que invade el local, el trasiego de alcohol y el aliento de los curtidos amantes del blues que asisten -contigo- a la sesión.

En “Blue & Lonesome”, se percibe la pasión, la vitalidad -impropia de su edad- y el cuidado de los Stones por respetar el espíritu de las canciones originales y de sus creadores. Puro lucimiento. No soy crítico musical ni nada por el estilo. Simplemente, apuntaré los alardes vocales de Mick Jagger en “All of your love”, el duelo de guitarras y armónica en la canción que da título al disco, el ritmo y frescura del blues ferroviario “I gotta go” del pequeño gran Little Walter -un maestro de la armónica y uno de los pioneros del rock and roll-, la melancólica «Little Rain» y su lenta cadencia guitarrera, secundada tanto por la voz como por la armónica de Jagger y la participación de Eric Clapton en un par de temas. Pero hay mucho más. Es un disco que destila autenticidad, sabiduría musical y dominio del blues.

El ciclo de vida del producto. Los Rolling Stones irrumpieron en la escena musical en 1962. Cincuenta y cuatro años, repito, cincuenta y cuatro años después de la formación de la banda, siguen en la cresta de la ola. Mick Jagger y Keith Richards están al borde de los 75 años, edad ya superada por el imperturbable Charlie Watts, el gentleman hecho batería. La juventud la aportan los lozanos 70 años de Ron Wood… Más allá de ser los reyes del rock (¿o del rhythm & blues?), son desde hace años, un fenómeno a analizar por su incombustibilidad. No emiten signos de decaimiento… Cualquier producto, en cualquier mercado, tiene, inevitablemente, un ciclo de vida. El producto nace, crece, se estanca, decrece y muere. Es ley de vida. En el caso de los Rolling, sorprende particularmente la longevidad, unida a la intrínseca calidad y fuerza Stone. Desde hace décadas, cada vez que se anuncia una nueva gira del mítico grupo inglés todos nos preguntamos si será la última. Y así seguimos, gira tras gira. Ahí los tenemos, dando conciertos como el gratuito de la Habana en marzo 2016, un hito histórico, con centenares de miles de asistentes. La capacidad de atraer multitudes (y de generar negocio) de los Rolling Stones se mantiene intacta.

El valor de la marca. Desde hace décadas, los conciertos de los Stones son muchos más un exponente de marketing corporativo (interpretan sus temas históricos) que de marketing de producto (la clásica promoción del último disco). La marca “Rolling Stones” (y el famoso logo lingual) se creó y consolidó en los sesenta y desde entonces no ha hecho más que acumular valor. Desde hace años, los ingresos principales de los Stones proceden de las giras (más que de los royalties de sus discos). Cada concierto de los Rolling Stones es un verdadero espectáculo, con un escenario apabullante, grandes pantallas de televisión y toda la parafernalia imaginable, y, claro, la fuerza y el ritmo infernal de sus satánicas majestades interpretando su repertorio de grandes éxitos.

La experiencia de consumo. Para cualquier grupo musical, un concierto suele ser una excelente forma de dar a conocer un producto nuevo (disco), para incitar a su compra y disfrute, y, por otro, es una experiencia de consumo. En el caso de los Stones, empresa y producto singular dónde los haya, desde hace ya muchos años los conciertos son por encima de cualquier otra cosa una experiencia –única e irrepetible- de consumo. No dan a conocer un producto nuevo, sino que, por así decir, se dan a consumir a ellos mismos (del mismo modo que no es lo mismo degustar un producto envasado que tenga el sello de los hermanos Roca que cenar en El Celler de Can Roca).

Los Rolling Stones son un caso absolutamente atípico de longevidad. Son los principales mitos vivientes del rock. En su mercado, el de las bandas de música, se han convertido en un producto de inusual larga vida, como le sucede a la Coca-Cola en el mercado de las bebidas y a la Aspirina en el mercado farmacéutico. Son tres marcas universales y longevas, que siguen aportando valor. La Coca-Cola nos da la chispa de la vida, la Aspirina nos quita quebraderos de cabeza, y los Stones –y esperemos que por muchos años- nos brindan SATISFACCIÓN. Duren lo que duren, siempre sentiré simpatía por estos diablos, que, en edades supuestamente propias de paseos al sol, partidas de dominó y cuidado de nietos, siguen rebosantes de energía, vitalidad y ganas de nuevos retos, ofreciendo conciertos de rock a lo largo y ancho del mundo como si el tiempo estuviera eternamente de su lado… Lo dicho, pongan “Blue & Lonesome”, cierren los ojos y a disfrutar…

En busca de la felicidad

 

La felicidad tiene que ver con cómo gobernamos nuestras vidas. Veamos algunas pistas de cómo buscarla…

  • ¿Qué es la felicidad? Cada uno tiene su propia definición. Para mí, es disfrutar de lo que tienes y de lo que obtienes (saboreando especialmente aquello que te ha costado conseguir).
  • La felicidad tiene mucho que ver con cómo gobiernas tu vida. La vida es como una partida de ajedrez. Va moviendo ficha y nosotros tenemos, necesariamente, que mover ficha también. Unas veces ganamos, otras veces perdemos.
  • La felicidad permanente no existe. El que la busca, se frustra. Simplemente, tenemos momentos o fogonazos de felicidad.
  • Más que de las circunstancias de nuestra vida, la frecuencia e intensidad de esos momentos, depende de nuestra actitud vital. Lo importante no es lo que ocurre, sino cómo te enfrentas a lo que ocurre. Y no me refiero sólo a actitud positiva, sino, sobre todo, a actitud de aprendizaje.
  • El fracaso forma parte del camino a la felicidad. Tenemos que saber fracasar, en particular, aprender de los fracasos. Nuestro gran reto es disfrutar de lo bueno y aprender de lo malo, intentando tener siempre la felicidad en el horizonte.
  • Y tú: ¿estás buscando la felicidad?

Este Tip de Management está inspirado en ¿Quién teme al lobo feliz?, libro que aborda esas cuestiones esenciales para el desarrollo personal a través de una fábula amena, literaria y concisa. Narra la historia de Lobi, una lobezna inquieta y curiosa, que va descubriendo la vida dentro y fuera de su manada. Esta es liderada por sus padres, Colmillo Blanco y Ojos Azules. Al ser hija de los jefes, Lobi será una de las candidatas a dirigir la manada en un futuro. A medida que crece, Lobi se va topando con diversos animales, unos buenos y otros malos, a los que, pase lo que pase, les acaba preguntando “¿Qué es la felicidad para ti?”. Dichos encuentros le permitirán extraer aprendizajes útiles para el crecimiento personal y profesional, liderazgo incluido.