Las 3 vocales del Management

El Management es el arte de dirigir organizaciones y personas. Y en el Management hay 3 vocales clave. ¡Descubre cuáles son!

Con las «las 3 vocales del Management» inauguramos la sección Tips de Management, que viene a ser un video-blog a través del cual, lanzaremos, de forma sintética, consejos sobre gestión empresarial y, en algunos casos, sobre gestión del propio desarrollo personal. Serán consejos dirigidos a directivos y empleados de empresas y organizaciones de tamaños y sectores diversos.

Este primer Tip de Management es una pequeña reflexión, que pretende ser simple y amena, para darnos cuenta de la importancia que tiene en cualquier organización definir el Objetivo, diseñar la Estrategia y convertir esta en Acción. Definir objetivos es la piedra angular y el primer paso imprescindible para poder crear una estrategia. Sin objetivo no hay estrategia.

Los objetivos deben ser como los amigos, pocos pero buenos. Según se aprende en las escuelas de negocios, los objetivos deben ser “SMART”, no sólo por listos, sino también por “Specific”, “Measurable”, “Agreed”, “Realistic” y “Time limited”. Quizá entre las características “SMART” falta un componente de reto. Los objetivos deben ser realistas, es lógico, pero también ambiciosos. Si no es así, se frenarán los verdaderos avances en el desarrollo de la actividad de marketing y por ende de la organización. Consideremos un ejemplo: todos sabemos que el hombre (corporeizado en Neil Armstrong) pisó la luna por primera vez en 1969. Lo que no es tan conocido, es que aquello fue el resultado de un sueño (¿un objetivo?) del malogrado presidente norteamericano John Fitgerald Kennedy, quien, en 1961, llevó al congreso norteamericano la siguiente propuesta: “Nuestro país debe comprometerse a alcanzar, antes de que finalice ésta década, el objetivo de que el hombre pise la Luna y regrese a la Tierra”.

Los objetivos deben ser ambiciosos pero realistas, esa es una máxima importante. Tras los objetivos, toca reflexionar sobre el camino para conseguirlos. Esa hoja de ruta que tracemos será nuestra estrategia. Pero no se acaba todo ahí, la estrategia debe convertirse en Acción, por tanto, la estrategia debe desglosarse en acciones concretas.