«El espíritu de Darwin» – Artículo en Blog Sprint / Chile

Recientemente, he empezado a colaborar con la consultora chilena Sprint, con la publicación de artículos en su web. Sprint es una consultora con 30 años de experiencia en el mercado chileno, y con cobertura regional en Perú, Argentina y Ecuador. En esta ocasión, es un artículo sobre innovación empresarial, a partir de un enfoque darwinista, aprovechando no sólo mi darwinismo confeso sino especialmente mi condición de biólogo.

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El espíritu de Darwin: un enfoque darwiniano de la innovación empresarial.

Octubre 2017 | Enrique de Mora – Conferenciante, escritor y consultor en Management.

¿Quiénes de ustedes han tenido alguna vez un celular Nokia? ¿Y una Blackberry? Probablemente, responderían afirmativamente cerca del 100%. Y… ¿Quiénes de ustedes siguen teniendo un celular de esas marcas? Posiblemente, poco más del 0%… Y eso que se acaba de comercializar una nueva versión del Nokia 3310 que está teniendo un cierto éxito gracias a su aspecto retro.

Nokia y Blackberry lideraron el mercado de los celulares, pero saborearon el gusto amargo de la derrota a manos de nuevos competidores: en particular, Apple y Samsung, (ahora, se ha colado también Huawei en el “top”). Un antiguo campeón de Fórmula I, el ítalo-americano Mario Andretti, dice que “si todo parece estar bajo control, ¡es que no estás yendo lo bastante rápido!”. Eso es exactamente lo que les pasó a Nokia y Blackberry. No supieron ver que llegaban los smartphones. Mucho me temo que no tuvieron en mente a Charles Darwin (1809 -1882), el naturalista británico que creó la teoría de la evolución. En la empresa como en la vida, toca renovarse o morir…. O, dicho de un modo más darwiniano, evolucionar o morir.

¿Cuál es el principal motor de evolución y desarrollo de las organizaciones? La innovación, o, aún mejor, la I-N-N-O-V-A-C-I-Ó-N. En mayúsculas. Las empresas son seres vivos. En Europa, el 80% de las nuevas empresas no sobrevive más de 5 años. La clave de la longevidad suele residir en la innovación.

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Una historia sobre motivación…

La historia que explico en este vídeo (en poco más de 3 minutos) me la contó hace veinte años un médico en un pintoresco pueblo del norte de Brasil. Fue durante una comida en un lugar alejado del mundanal ruido del congreso médico al que estábamos asistiendo (en aquella época yo trabajaba en un laboratorio farmacéutico español y estaba supervisando el lanzamiento en Brasil de un medicamento de investigación propia).

Estábamos hablando de la famosa PNL (Programación Neuro-Lingüística), de la que el médico era un experto (yo, en absoluto) y, para ilustrar algunos conceptos de la misma, me contó un par de historias. Lo cierto es que ya no recuerdo los detalles de la parte PNL de la conversación…, pero sí me acuerdo perfectamente de las dos historias. Las dos me gustaron, pero esta, me sedujo. Nunca la había escuchado hasta entonces y la verdad es que tampoco después, no como tantas otras que circulan arriban y abajo.

No me pude imaginar en aquel entonces que la adoptaría, la haría mía -con algunos toques personales-, la escribiría en mi primer libro (Funny-Pop, publicado en 2008 por Empresa Activa / Urano) y la contaría centenares de veces en convenciones de empresas y en foros variados, adaptando siempre la moraleja final al contexto. A día de hoy, me sigue pareciendo un relato muy adecuado para captar la atención del público y, también, para inspirar a la motivación en el trabajo, para directivos, empleados, vendedores, etc.

La motivación o el por qué las personas hacemos lo que hacemos (o no) es un tema que me apasiona. ¿Qué nos empuja a realizar ciertas actividades con verdadera pasión y en cambio nos frena para hacer otras? ¿Por qué algunas personas se sienten encantadas con determinadas tareas y otras personas, de preparación parecida a aquellas, aborrecen esas mismas tareas?

El término “motivación” proviene del latín movere y se refiere a aquello que nos dirige o impulsa hacia una acción en particular. Según la definición de Mitchell, la motivación es el conjunto de procesos fisiológicos que causan la estimulación, la dirección y la persistencia de acciones voluntarias dirigidas a los objetivos.

El hecho de que las personas nos guiemos por motivaciones diferentes se debe a las distintas creencias o modelos que cada uno de nosotros tiene sobre el mundo. Dichas creencias actúan como ‘sistema descodificador’ de la realidad, brindándonos interpretaciones determinadas e individuales. Esta subjetivización de la realidad es la que, frente a hechos concretos, nos hace desarrollar actitudes diferentes a las de otros individuos. Estas creencias, adquiridas consciente o inconscientemente a lo largo de nuestro desarrollo y aprendizaje vital, son las que condicionan la manera que tenemos de afrontar y actuar ante las diferentes situaciones que nos depara el día a día.

Ojalá os guste la historia. Y, sobre todo, os motive… 🙂