Despierta el animal que llevas dentro

Reflexión sobre 5 habilidades clave para la gestión de empresas y de equipos empresarios y directivos: liderazgo, comunicación, gestión de conflictos, trabajo en equipo y ética empresarial, desde un punto de vista único: a partir de ejemplos del mundo animal. Del comportamiento animal, en particular de especies sociales como lobos, chimpancés o elefantes, se pueden extraer lecciones muy útiles para mejorar nuestras habilidades directivas. [Basada en el libro “Animaladas” (Empresa Activa, 2011)].

¿Tiene usted algún animal doméstico? Mírelo a los ojos. Y si no, acuda en cuanto tenga ocasión al zoológico más cercano y plántese por ejemplo ante un orangután y contémplele fijamente. A ver cuánto tiempo consigue aguantarle la mirada. Es imposible saber qué piensan los animales y esa es una de las razones por la que nos fascinan.

Pertenecemos al grupo de los grandes simios, junto con gorilas, orangutanes y  chimpancés. Hasta pocas décadas, nos empeñábamos en separarnos de ellos, pero los hallazgos científicos no dejan lugar a dudas. Somos primates. De hecho, compartimos el 97% de nuestro ADN con los gorilas y el 98,5% con los chimpancés. Eso sí, somos los animales más peligrosos que existen: somos capaces de hacer cosas sublimes (Luna, Ordenadores, etc) y otras que no lo son tanto (silla eléctrica, bomba atómica,…).

A los humanos siempre nos ha atraído conocer la conducta de nuestros parientes animales. Y no sólo eso. Desde los tiempos de los tiempos, hemos anhelado tener características de otros animales, concretamente sus “superpoderes físicos”: la vista del águila, la velocidad del guepardo, el sigilo de la pantera o la fuerza del león. Los animales siempre nos han inspirado mucho y por eso los representamos desde la prehistoria –las cuevas de Altamira- hasta la actualidad –piensen en logos de empresas tan famosas como Ferrari, Lacoste, Puma, Bacardi,…-

Eso me hizo plantearme si también podían inspirarnos en el terreno de las habilidades directivas, básicamente en las de índole social. ¿Pueden enseñarnos algo los gorilas sobre liderazgo? ¿Podemos aprender algo de los lobos sobre trabajo en equipo? ¿Los ciervos pueden aportarnos algo sobre gestión de conflictos? La respuesta a éstas preguntas y a otras parecidas es rotundamente sí.

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Biología empresarial

Paralelismos entre conceptos y mecanismos esenciales de la biología (por ejemplo, la selección natural o las mutaciones) y la vida de las organizaciones. Las organizaciones son organismos vivos que deben desarrollar estrategias adecuadas para sobrevivir y crecer. Sorprendentes y prácticas analogías entre la (dura) empresa de la vida y la (dura) vida de la empresaBasada en el libro “Animaladas” (Empresa Activa, 2011)

La biología es la ciencia que estudia la vida. En nuestro lenguaje, empleamos asiduamente la palabra “vida”. Es una palabra muy manida y común, pero difícil de definir. ¿Qué es la vida? Es un concepto tan amplio, que es abstracto, casi etéreo. Definir la vida no es tarea fácil. En determinadas épocas se optó por definir primero lo que no era vida para después acercarse a una definición más cierta y concreta de lo que sí es vida.

El concepto “vida” puede ser definido desde diferentes enfoques. El científico pasa inevitablemente por la biología: la vida es la capacidad de nacer, crecer, reproducirse y morir. Es, por tanto, la propiedad o cualidad esencial de los animales y las plantas, por la cual evolucionan, se adaptan al medio, se desarrollan y se reproducen. Dicho de otro modo, se denomina vida al lapso que transcurre entre el nacimiento y la muerte de un organismo. Y las empresas y las organizaciones son seres vivos…. Por tanto, la biología empresarial es el estudio de la vida de las empresas….

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Darwin, selección natural e innovación

Naturaleza, biología e innovación van de la mano. La innovación empresarial a menudo se ha inspirado en conceptos y mecanismos biológicos. Darwin fue un pionero de la innovación, con su revolucionaria teoría de la evolución. La innovación es el motor de la evolución de organizaciones y de las personas, siempre sometidas a la implacable ley de la selección natural. A partir de ese enfoque biológico, veremos algunos casos de innovación y evolución tanto en el plano empresarial como en el emprendedor / individual.

La innovación debe ser asumida por las empresas de cualquier sector como un concepto estratégico. Las organizaciones – y las personas – que asumen la innovación como una necesidad, no como una opción, son las que consiguen evolucionar y alcanzar el éxito a pesar (o gracias a) la complejidad del entorno.

¿Y qué es la innovación? Innovar es, ni más ni menos, transformar las ideas en valor para la compañía, a través de la aplicación práctica de las mismas. Los beneficiarios de la innovación pueden y deben ser los clientes, los empleados, los accionistas, los proveedores y, en general, cualquier persona física o jurídica que se relacione con la empresa innovadora.

La innovación no sólo contempla la creación de nuevos productos o servicios, sino también la creación de nuevas metodologías, nuevos enfoques y nuevas eficiencias aplicables a todos los ámbitos de la empresa, es decir, a la estrategia, al marketing, a las personas, a las operaciones, etc.

Darwin, en su teoría de la evolución decía que en una especie sólo sobrevivían aquellos que gracias a una dotación genética específica, eran los más fuertes. Para ser los más fuertes, se necesitaban siglos de evolución y de cambios…

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Seduce y Venderás

¿Cómo gobernar tu tiempo?

Conceptos, técnicas y consejos para una gestión del tiempo, una habilidad fundamental en los tiempos actuales. De cómo se gestione el tiempo (unos 1.020 minutos “hábiles” diarios) depende el futuro profesional, la tranquilidad personal, la salud y, en definitiva, el equilibrio vital… Hay que buscar el tiempo de calidad, desterrando el tiempo de relleno. Gestionar bien el tiempo rebaja el estrés y aumenta la productividad.

En el ámbito directivo, solemos pensar en habilidades mayores o sofisticadas como liderazgo, comunicación, visión estratégica, gestión de conflictos…. olvidándonos de una habilidad básica que va a permitir ejercer mucho mejor las demás: la gestión del tiempo. El tiempo es un bien que debemos apreciar porque si no lo aprovechamos, desaparece con extrema facilidad, perdiéndose para siempre.

Cada mañana, al despertarnos, recibimos un regalo, TIEMPO. El tiempo es el único recurso perfectamente socializado: Mientras estamos vivos todos tenemos la misma cantidad. Sin embargo unos tienen grandes éxitos y otros nunca tienen tiempo. La diferencia es su empleo

Dado que no se puede almacenar ni recuperar, el tiempo debe invertirse de modo constante a un ritmo de 60 seg. Por minuto. “Llenar cada minuto con 60 intensos segundos,…” Kipling

Dependiendo de cómo repartamos este tiempo y de cómo lo gestionemos conseguiremos ser más felices. El tiempo no se modificará pero si nuestro aprovechamiento del tiempo. Las estadísticas dicen que un directivo pierde una media de 3 h. al día. Tal vez no perdiéndolo, podría gestionar mucho mejor el tiempo.

 

 

 

 

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Inteligencia Emocional

Hay personas que complica su vida y la de los otros, hay otras que hacen lo contrario, la facilitan. Inteligencia proviene de “inteligere”, es decir, “elegir entre”. Las emociones son energía para la acción (o para la inacción). Reflexionaremos sobre el mágico cóctel entre inteligencia y emociones, para profundizar en la inteligencia emocional, es decir, la capacidad para gestionar las emociones propias y las de los demás.

La inteligencia era considerada hasta mediados de los 90 (Goleman, IE, 1995) como una habilidad técnica y almacén de conocimiento. ¿Conoces a empollones o máquinas intelectuales con una vida emocional desastrosa?? ¿Y a pésimos estudiantes, que a lo mejor abandonaron los estudios antes de tiempo pero han tenido éxito en la vida y llevan una vida ordenada y envidiable???

El coeficiente de inteligencia es un concepto totalmente pasado de moda. ¿Qué factores entran en juego cuando personas con un elevado CI no saben qué hacer frente a situaciones del día a día mientras que otras con un CI modesto o bajo lo hacen sorprendentemente bien??? Con frecuencia la diferencia radica en el conjunto de habilidades que hemos dado en llamar Inteligencia Emocional. La vieja teoría del CI se ocupa sólo de una estrecha franja de habilidades lingüísticas y matemáticas. Tener un elevado CI tal vez pueda predecir adecuadamente quién va a tener éxito en el aula o quién va a llegar a ser un buen profesor, pero no tiene nada que decir con respecto al camino que seguirá la persona una vez concluida su educación.

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¿Qué aporta Clint Eastwood al Management?

Repaso a la trayectoria y características de uno de los mitos vivientes del cine, analizando la solidez de su trayectoria y su triple faceta de actor, director y productor para extrapolar al Management sus principales habilidades: como actor (equivalente a empleado de una organización), como director de cine (equivalente a directivo) y como productor cinematográfico (equivalente a empresario).

Hoy en día, no sólo la mayoría de los estrenos de Clint Eastwood son reconocidos como obras maestras, propias de un cineasta profundamente maduro y con un sello muy personal, sino que Eastwood es uno de los últimos mitos vivientes del cine. Eso si, con la peculiaridad de que durante muchos años, tuvo que soportar prejuicios ideológicos ya que era considerado por una parte de la crítica como un abanderado de posturas reaccionarias, no porque defendiera personalmente planteamientos de esa índole, sino simple y llanamente porque algún personaje interpretado por él podía quizá identificarse con ellos. Asimismo, durante los primeros años de su etapa como director no fue precisamente objeto de rendida admiración desde el punto de vista estrictamente cinematográfico por los sectores más puristas de la crítica. Esa larga etapa de incomprensión de la que gozó Eastwood por parte de un sector de la crítica puede ser vista hoy en día casi con comicidad, como veremos…

Para poder enfocar empresarialmente el análisis de la trayectoria de Eastwood abordaremos ésta última a través de las tres dimensiones indicadas: empleado (es decir, actor), directivo (director) y empresario (productor). Nos queda una cuarta dimensión fundamental, la persona, que estará presente en la reflexión y conclusiones de las tres primeras dimensiones citadas.

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El difícil arte de tomar decisiones

Cualquier persona tiene que estar continuamente tomando decisiones, en el ámbito personal y profesional. Reflexiones sobre el proceso de decisión y cómo aplicarlo en la vida y en la empresa.

Para bien o para mal, lo que somos es fruto de las decisiones tomadas en el pasado. La vida de cualquier ser humano es un camino sembrado de encrucijadas que nos obligan continuamente a posicionarnos, a tomar determinaciones frente a un ramillete de alternativas. Cada nueva toma de decisión es una lucha contra la incertidumbre.

Cuando existen pocas alternativas y son muy diferentes entre sí (¿blanco o negro?), elegir no es una tarea difícil. No obstante, la inmensa mayoría de las veces nos topamos con situaciones o disyuntivas dónde las opciones que se nos presentan no están tan diferenciadas entre sí (¿gris plata o gris perla¿), por lo que a la hora de decidir nos surgen dudas. Nuestras dudas crecen en forma directamente proporcional a la envergadura de la decisión, es decir de las previsibles consecuencias de la misma. De hecho, a medida que crecemos, las elecciones que nos plantea la vida son más complejas.

Es innegable, por tanto, que la capacidad de decidir es especialmente relevante en el desarrollo de nuestra trayectoria vital. Curiosamente, en el mundo de la formación empresarial, una competencia tan fundamental como la capacidad de decidir no tiene el arraigo que tienen otras (liderazgo, trabajo en equipo, orientación al cliente,…), si bien es cierto que cada vez más universidades de prestigio la incorporan a su temario docente.

Cada día tomamos muchas más decisiones de las que nos imaginamos. Suelen ser decisiones menores, que adoptamos de modo prácticamente automático, pero son decisiones, al fin y al cabo: qué ropa nos ponemos, qué desayunamos, qué medio de locomoción utilizamos para ir al trabajo y así sucesivamente.

En la actualidad, las decisiones que nos depara el día a día, tanto profesional como personal, suelen ser más complicadas que tiempo atrás, simple y llanamente porque tenemos más alternativas y posibilidades de elección. Por ejemplo, si acudimos a un supermercado para comprar leche, podemos encontrar una quincena de tipos de leche blanca (entera, desnatada, semi-desnatada, con calcio, con omega 3, a base de soja, sin lactosa, con bífidus,…) mientras que en los años ochenta la disyuntiva era leche desnatada versus leche entera. Del mismo modo, en España no hace tantos años que sólo podíamos elegir entre dos canales de televisión, frente a las múltiples alternativas actuales. Hoy en día convivimos con lo que Jack Trout definió como la industria de la elección (en un solo día recibimos el impacto de hasta tres mil marcas publicitarias).

La mayoría de decisiones de nuestro día a día son menores, de escasa importancia, pero cada cierto tiempo las circunstancias nos deparan decisiones muy relevantes.

 Nuestro éxito depende de nuestras elecciones frente a esas decisiones mayores, que afectan al plano personal (¿Qué carrera estudio?, ¿con quién me caso?, ¿tenemos hijos?, ¿adoptamos?, ¿a qué colegio los llevamos?,…) y al plano profesional (¿en qué tipo de empresa quiero trabajar?, ¿en qué departamento?, ¿acepto esta promoción?, ¿acepto un traslado a otro país?, ¿quiero ser mi propio jefe y crear una empresa?, …).

Personas creativas, organizaciones creativas

¿Por qué cualquier persona puede ser creativa? ¿Cómo puede, si lo practica, ayudar a la creatividad e innovación de su organización? La conferencia aborda la creatividad / innovación desde un ángulo humano, como complemento a la habitual visión de creatividad / innovación en productos y métodos.

La creatividad es la facultad de crear, es decir de encontrar formas nuevas o diferentes de realizar las cosas. En psicología, la creatividad es una actividad contenida en la imaginación (ojo: entender y desarrollar) consiste en realizar algo nuevo o lo mismo pero de manera distinta. Es una característica de la personalidad. ¿Diferencia entre creatividad e imaginación? Imaginación tiene varias acepciones. 1 de ellas coincide con la creatividad.

Imaginación: facultad de la mente de representar las imágenes de las cosas reales o ideales / imagen creada por la fantasía / facilidad para idear o proyectar cosas nuevas / sospecha sin fundamento (fantasioso). Creatividad: facultad de crear.

La imaginación en su 1ª y 2ª acepción quizá la tenemos todos. La creatividad, desarrollada, sólo la tienen algunos. Una persona creativa es imaginativa, mientras que una imaginativa no es necesariamente creativa. La creatividad despierta el poder que duerme en nuestra imaginación…

Como dice Sir Ken Robinson, experto en innovación: “si eres persona, eres creativo”. Es algo intrínsecamente humano. La creatividad, como la vida, no es lineal. Puedes ser un niño creativamente viejo o un nonagenario creativamente joven. Cualquiera puede tener una idea. El derecho a ver algo desde una nueva perspectiva lo tenemos todos y, puesto que es un derecho interno y personal, somos nosotros quienes tenemos que elegir ejercerlo, nadie puede impedírnoslo. La creatividad es, en cierta manera, como un “músculo”…

La generación de nuevas ideas y conceptos también se conoce como inventiva, imaginación, pensamiento original o pensamiento divergente. El acto de inventar cosas nuevas equivale a utilizar el ingenio. Muchos psicólogos han analizado la relación entre creatividad e inteligencia.

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Benchmarking personal

El benchmarking es la búsqueda en otras organizaciones, e incluso en otros sectores, de mejores prácticas en un proceso o servicio determinado, con el fin de que una empresa pueda aprender cómo hacer mejor las cosas: no se trata de copiar directamente un modo de hacer o una práctica determinada, sino de emularla, interiorizarla y adaptarla a la propia organización y cultura. El benchmarking no tiene por qué circunscribirse a las organizaciones, sino que puede extenderse a los individuos. A ese proceso de aprendizaje individual por emulación lo llamamos “benchmarking personal”. Lo analizaremos como una herramienta fundamental de desarrollo personal.

Si nos preguntan cual es, o ha sido, nuestra principal fuente de aprendizaje, probablemente la respuesta más inmediata nos remite a lugares físicos que asociamos con la formación más o menos estándar, es decir, el colegio, la universidad, las escuelas de negocio, y, eventualmente, el trabajo. Seguramente, también identificaremos elementos o medios que están a nuestro alcance y que suelen tener carácter informativo, como libros, revistas, televisión, prensa, Internet, etc. Es decir, soportes de información que, pueden emplearse como formación (es obvio, que en todos los casos señalados también lo pueden ser de deformación…).

Sin embargo, existe otra fuente de aprendizaje, mucho más cercana que cualquier otra pero al mismo tiempo menos inmediata. Nos estamos refiriendo a las personas que nos rodean, un recurso que interactúa continuamente con nosotros y que, sin embargo, despreciamos o ignoramos involuntariamente.

Las personas que conforman nuestro círculo personal y profesional pueden ser una excelente fuente de aprendizaje. Todos deberíamos ser conscientes de la importancia de identificar modelos de referencia en quienes poder inspirarnos para desarrollar nuestros puntos de mejora.

De hecho, en la primera etapa de nuestras vidas – la infancia -, el observar a adultos e intentar imitarles es la herramienta básica de desarrollo. Curiosamente, ese método de aprendizaje tan natural y espontáneo se va perdiendo a medida que crecemos.

¿Por qué en la edad adulta tendemos a olvidarnos y a excluir involuntariamente de nuestro aprendizaje a esa parte tan importante del entorno que son las personas que nos rodean? Al crecer, consolidamos nuestras creencias y nuestra visión del mundo de tal modo que vamos, progresiva e inconscientemente, interponiendo cada vez más barreras en relación a lo que otras personas nos pueden aportar. Esto nos lleva a cometer errores tan consabidos como escuchar cada vez menos (y, a menudo, hablar cada vez más).

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Conferencia ‘Seduce y Venderás’ de Enrique de Mora y Sara Villegas, versión abreviada