piezas de oro

Buscadores de oro

A mediados del siglo XIX surgió una profesión nueva: el buscador de oro.

Fue un ‘boom’ provocado por el descubrimiento de oro cerca de San Francisco. Miles y miles de inmigrantes acudieron en tropel desde todo Estados Unidos y desde otros países. Fue lo que se bautizó como la ‘fiebre del oro’.

Los buscadores de oro se afanaban días y días en cribar con sus cedazos la arenilla pescada en los ríos. Buscaban incansablemente pepitas de oro, escasas pero muy valiosas. La mayoría de aquellos aventureros se dieron de bruces con la dificultad de materializar sus sueños.

Sólo algunos encontraron el oro suficiente para hacerse ricos. Hoy en día, los empresarios, emprendedores y comerciales más que oro buscan la ‘piedra filosofal’ para triunfar en sus negocios. Y eso tampoco es fácil.

Una buena forma de encontrar la senda del crecimiento es apoyarse en un MENTOR. Este debe ser alguien que haya transitado previamente caminos parecidos a los que está recorriendo el ‘mentee’. Si no, mal asunto.

No sé si tú te has planteado alguna vez contratar a un mentor. Es una figura que, desde su experiencia, te ayuda a:

👉 Formularte preguntas inteligentes

👉 Hacerte ver las cosas desde otro ángulo y desafiar tus paradigmas

👉 Diseñar y desplegar estrategias y acciones concretas

👉 Desarrollar habilidades y conocimientos específicos

Un proceso de ‘mentoring’ bien hecho te puede catapultar, a ti y a tu negocio, hacia el éxito que deseas.

Eso sí, debes hacerlo en el MOMENTO JUSTO y con el MENTOR ADECUADO.

¿Mi recomendación?

Si buscas oro para tu negocio, contrata a un mentor de confianza. No digo que tenga que ser yo… Lo que sí te digo es que, casualmente, estoy lanzando esta semana mi MENTORÍA ORO 😊.

Para dar un buen empujón a las ventas de tu negocio. Si quieres echarle una ojeada, es aquí.

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