En busca de la felicidad

 

La felicidad tiene que ver con cómo gobernamos nuestras vidas. Veamos algunas pistas de cómo buscarla…

  • ¿Qué es la felicidad? Cada uno tiene su propia definición. Para mí, es disfrutar de lo que tienes y de lo que obtienes (saboreando especialmente aquello que te ha costado conseguir).
  • La felicidad tiene mucho que ver con cómo gobiernas tu vida. La vida es como una partida de ajedrez. Va moviendo ficha y nosotros tenemos, necesariamente, que mover ficha también. Unas veces ganamos, otras veces perdemos.
  • La felicidad permanente no existe. El que la busca, se frustra. Simplemente, tenemos momentos o fogonazos de felicidad.
  • Más que de las circunstancias de nuestra vida, la frecuencia e intensidad de esos momentos, depende de nuestra actitud vital. Lo importante no es lo que ocurre, sino cómo te enfrentas a lo que ocurre. Y no me refiero sólo a actitud positiva, sino, sobre todo, a actitud de aprendizaje.
  • El fracaso forma parte del camino a la felicidad. Tenemos que saber fracasar, en particular, aprender de los fracasos. Nuestro gran reto es disfrutar de lo bueno y aprender de lo malo, intentando tener siempre la felicidad en el horizonte.
  • Y tú: ¿estás buscando la felicidad?

Este Tip de Management está inspirado en ¿Quién teme al lobo feliz?, libro que aborda esas cuestiones esenciales para el desarrollo personal a través de una fábula amena, literaria y concisa. Narra la historia de Lobi, una lobezna inquieta y curiosa, que va descubriendo la vida dentro y fuera de su manada. Esta es liderada por sus padres, Colmillo Blanco y Ojos Azules. Al ser hija de los jefes, Lobi será una de las candidatas a dirigir la manada en un futuro. A medida que crece, Lobi se va topando con diversos animales, unos buenos y otros malos, a los que, pase lo que pase, les acaba preguntando “¿Qué es la felicidad para ti?”. Dichos encuentros le permitirán extraer aprendizajes útiles para el crecimiento personal y profesional, liderazgo incluido.

Las 3 vocales del Management

El Management es el arte de dirigir organizaciones y personas. Y en el Management hay 3 vocales clave. ¡Descubre cuáles son!

Con las «las 3 vocales del Management» inauguramos la sección Tips de Management, que viene a ser un video-blog a través del cual, lanzaremos, de forma sintética, consejos sobre gestión empresarial y, en algunos casos, sobre gestión del propio desarrollo personal. Serán consejos dirigidos a directivos y empleados de empresas y organizaciones de tamaños y sectores diversos.

Este primer Tip de Management es una pequeña reflexión, que pretende ser simple y amena, para darnos cuenta de la importancia que tiene en cualquier organización definir el Objetivo, diseñar la Estrategia y convertir esta en Acción. Definir objetivos es la piedra angular y el primer paso imprescindible para poder crear una estrategia. Sin objetivo no hay estrategia.

Los objetivos deben ser como los amigos, pocos pero buenos. Según se aprende en las escuelas de negocios, los objetivos deben ser “SMART”, no sólo por listos, sino también por “Specific”, “Measurable”, “Agreed”, “Realistic” y “Time limited”. Quizá entre las características “SMART” falta un componente de reto. Los objetivos deben ser realistas, es lógico, pero también ambiciosos. Si no es así, se frenarán los verdaderos avances en el desarrollo de la actividad de marketing y por ende de la organización. Consideremos un ejemplo: todos sabemos que el hombre (corporeizado en Neil Armstrong) pisó la luna por primera vez en 1969. Lo que no es tan conocido, es que aquello fue el resultado de un sueño (¿un objetivo?) del malogrado presidente norteamericano John Fitgerald Kennedy, quien, en 1961, llevó al congreso norteamericano la siguiente propuesta: “Nuestro país debe comprometerse a alcanzar, antes de que finalice ésta década, el objetivo de que el hombre pise la Luna y regrese a la Tierra”.

Los objetivos deben ser ambiciosos pero realistas, esa es una máxima importante. Tras los objetivos, toca reflexionar sobre el camino para conseguirlos. Esa hoja de ruta que tracemos será nuestra estrategia. Pero no se acaba todo ahí, la estrategia debe convertirse en Acción, por tanto, la estrategia debe desglosarse en acciones concretas.