Más allá de la marca personal

‘Más allá de la marca personal’ es un proyecto fascinante surgido en 2020 de la mano de dos ‘cracks’ llamados Fernando Robles y Javier Millán. Cada semana entrevistan en directo a 3 personas inspiradoras y referentes en su campo. Pueden ser emprendedores, escritores, coaches, marketers, CEOs, psicólogos, vendedores, inversores, deportistas …

El gran objetivo de ‘Más allá de la marca personal’ es compartir con sus seguidores -que ya se cuentan por miles- aprendizajes de los invitados a partir de sus experiencias personales y profesionales. Son entrevistas en profundidad en las que Javier ‘abre en canal’ y ‘disecciona’ -metafóricamente hablando, por supuesto ?- a los invitados. Les pregunta pormenorizadamente por su trayectoria, por su actividad profesional actual y, también por algunos aspectos colaterales, siempre extrayendo lecciones útiles para los espectadores. Fernando, a su vez, está ‘entre bambalinas’, responsabilizándose de la documentación previa sobre el entrevistado, de la comunicación y de gestionar los directos.

Tras más de 100 conversaciones y más de 200 horas de aprendizajes de lo más variado, el proyecto ha dado un paso más y se acaba de convertir en una Escuela de Inspiración.

Sirva este preámbulo para compartir que la semana pasada tuve el honor y el placer de ser uno de los invitados.

Y conversé en directo largo y tendido con Javier. Fue una charla en profundidad. Recorriendo mi trayectoria y profesión hablamos de muchos temas: negocio, liderazgo, emprendimiento, innovación, marketing, ventas, talento, etc. Todo ello aderezado con cine, música, literatura, deporte… Y con un toque de humor.

Y con un objetivo muy concreto, el que persiguen siempre Javier y Fernando: INSPIRAR. (si es que mi trayectoria puede inspirar algo a alguien… ? ?).

¿Te apetece ver la entrevista? Pulsa aquí y la verás en YouTube.

¡Prepárate! Manta, café, bici estática o lo que necesites… Para verla del tirón o ‘por capítulos’.

¡Espero que la disfrutes!

¿Qué une a la ‘prota’ de Gambito de Dama con los Stones y Clint Eastwood?

Que son muy buenos en lo suyo y que inspiran aprendizajes…

La semana pasada charlé con Javier Millán y Fernando Robles en ‘Más allá de la marca personal’, un gran proyecto surgido ‘al calor’ de LinkedIn. Expliqué que me encanta mezclar la gestión empresarial con disciplinas variadas (cine, deporte, música, literatura, psicología, biología, etc) y, también, con la actualidad y la vida cotidiana.

Así, la gestión empresarial resulta más amena y más cercana.

De eso iba, precisamente, este reportaje que publicó en su día el diario económico ‘Expansión’, fruto de una entrevista que me hicieron.

‘Expansión’

¿EJEMPLOS?

Aquí van 4:

▶️ La longevidad de los Rolling Stones ayuda a explicar lo que es el CICLO DE VIDA DE UNA MARCA.

▶️La trayectoria de Clint Eastwood inspira a explorar NUEVOS TERRITORIOS y adquirir un ESTILO PROPIO. 

▶️ La combinación de talento, preparación y foco de la protagonista de ‘Gambito de Dama’ muestra cómo TRIUNFAR PROFESIONALMENTE.

▶️ Las relaciones amorosas tienen muchos paralelismos con la RELACIÓN EMPRESA / CLIENTE.

Y así podría seguir eternamente… ?

Podemos aprender mucho de referentes de la cultura, del deporte, etc.

Hace falta valor.

Hace falta valor. Nueva colaboración en Sintetia.com, la plataforma online de reflexiones sobre estrategia, economía y finanzas. En este caso, sobre el valor al cliente, complementando el artículo publicado sobre estrategia de precios en esta misma plataforma.

Lo que marca la diferencia entre las empresas que triunfan y el resto es que las primeras tienen una propuesta de valor ganadora: atractiva y mejor que la de sus competidores. Aquí hablo de propuesta de valor y de comunicación de valor.

Hace falta valor.

Octubre 2020 – Enrique de Mora

“Hace falta valor, hace falta valor…” forma parte del estribillo de la fantástica canción ‘Escuela de calor’. De los no menos fantásticos Radio Futura. Para mí, el mejor grupo de rock español de la historia. Pero… claro, esa es mi percepción. Ese es el valor que yo doy a este grupo surgido en los inicios de la Movida. Es totalmente subjetivo.

Hace poco, escribía aquí sobre estrategia de precios. Demos un paso más. Hablemos de valor. El precio es objetivo y el valor es subjetivo. No se preocupen, no traeré a colación a Antonio Machado.

¿Cuánto está dispuesto a pagar por un café expreso en el bar de una gasolinera? ¿Y en una cafetería de moda ubicada en la avenida más glamurosa de su ciudad? Aunque el producto básico sea el mismo —y hasta puede ser mejor en el bar de la gasolinera—, probablemente, en el segundo caso pagará tres o cuatro veces más sin rechistar. ¿Por qué? Es el mismo consumidor, pero las necesidades y las circunstancias son radicalmente diferentes. Le da un valor diferente a cada uno de esos cafés. En el caso de la gasolinera, busca satisfacer una necesidad más o menos perentoria, una “inyección” de cafeína para proseguir ruta. En la cafetería de moda, probablemente aspira a mucho más, a disfrutar de un momento único…

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Una (mala) estrategia de precio tiene un precio.

Nueva colaboración en Sintetia.com, la plataforma online de reflexiones sobre estrategia, economía y finanzas. En este caso, sobre un asunto tan crítico para cualquier negocio como la estrategia de precio.

El precio es, o debería ser, un factor fundamental del marketing-mix. Además, es el único elemento del mix que genera ingresos, el resto sólo genera costes. Sin embargo, la gran mayoría de empresas no fija los precios de forma adecuada.

Una (mala) estrategia de precio tiene un precio.

Julio 2020 – Enrique de Mora

Ahora que ha llegado el buen tiempo… ¿Cuánto estás dispuesto a pagar por una cerveza? Imagina que te ofrecen dos alternativas: una normalita, a 1,80€ y otra de calidad a 2,60€. ¿Por cuál optarías? ¿Y si te ofrecen tres? La de 1,80€, la de 2,60€ y otra, más barata, a 1,60€.

En un experimento clásico realizado en Estados Unidos, ofrecieron cervezas a dos grupos de estudiantes. A los integrantes de un grupo, les ofrecieron dos cervezas, una a 1,80US$ y la otra, a 2,60US$. Comprobaron que dos de cada tres personas (67%) elegían la de 2,60 US$, la más cara, pero de mayor calidad. A otro grupo de estudiantes les ofrecieron esas dos cervezas y una tercera de menor calidad, a 1,60US$. Nadie eligió la más barata de las tres. Pero el porcentaje de estudiantes que se decantó por la más cara se redujo significativamente (53%) mientras que aumentó el de los que optaron por la cerveza de 1,80US$ (47%). Al ser esta la opción intermedia —ni la más barata ni la más cara— aumentó el deseo de compra.

Ese es nuestro comportamiento habitual como consumidores, especialmente ante productos que no conocemos: desechar el más barato y el más caro.  

Y ahora, un caso extremo. Si estuvieras perdido en el desierto, sin ingerir líquido alguno durante tres días, y te toparas con un tuareg que fuera vendedor ambulante, ¿cuánto estarías dispuesto a pagar por un refresco? ¡Lo que hiciera falta! Ese sería el valor percibido por ti… Y el tuareg podría tenerlo en cuenta (su esfuerzo le costaría llegar hasta allí, un mercado virgen, y mantener frescas las latas).

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Clint Eastwood: 90 años de buen cine y de buen Management.

Nueva colaboración en Sintetia.com, la plataforma online de reflexiones sobre estrategia, economía y finanzas. El 31 de mayo de 2020, Clint Eastwood cumplió 90 años. Buen momento para hacer un pequeño balance de su carrera como actor, director y productor, analizándolo también desde una perspectiva de Management.

Su larga trayectoria, primero como actor y, luego, también como director y productor han ido conformando un estilo de Management y de liderazgo muy definido.

Clint Eastwood: 90 años de buen cine… y un decálogo de buen Management.

Junio 2020 – Enrique de Mora

Este 31 de mayo, Clint Eastwood ha cumplido 90 años. Repito, noventa años. ¿Pasa sus días jugando al dominó, tomando el sol en la plaza del pueblo con sus coetáneos o pescando plácidamente? No precisamente… Está pensando en su siguiente proyecto, casi sin saborear las mieles del estreno de su última película, ‘Richard Jewell’ (2019), sobre el atentado ocurrido durante los Juegos Olímpicos de Atlanta 96. Y hace tan sólo dos años que rodó y estrenó “Mula”, en la que ha sido su última interpretación hasta la fecha.

Haga lo que haga, Clint Eastwood es ya el último mito viviente del cine clásico. Ha sido y sigue siendo un trabajador incansable. Una de sus características es que llega a los 90 años conjugando en presente el verbo trabajar, como menciona un artículo de ABC.

A estas alturas de la película, valga la expresión, cada seguidor tiene su propia clasificación de obras maestras del incombustible director. Algunas que no dejan lugar a dudas son ‘El jinete pálido’, ‘Bird’, ‘Mystic River’, ‘Sin perdón’, ‘Million Dollar Baby’ y  ‘‘Gran Torino’. Se considera de manera casi unánime que su primera obra maestra de Eastwood fue ‘Bird’ (1988) —su espectacular retrato del saxofonista de jazz Charlie Parker—, pero…, realmente fue gracias al western ‘El jinete pálido’ cuando empezó a ser reconocido y tomado definitiva —y universalmente— en serio tras la presentación de la película en el Festival de Cannes de 1985. En febrero de ese año, el prestigioso “New York Times” publicó un artículo titulado “Clint Eastwood seriously” que reflejaba bien a las claras el cambio de actitud que la crítica norteamericana experimentó respecto al cine del californiano. Eastwood se ganaba definitivamente los primeros retazos de esa vitola de respetabilidad de la que goza ahora…

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‘El efecto TALES’: O cómo las empresas pueden afrontar la crisis del coronavirus

‘El efecto TALES’ es mi nueva colaboración en Sintetia.com la plataforma online de reflexiones sobre emprendedores, estrategia, economía y finanzas. 

Son reflexiones surgidas a raíz de la pandemia del coronavirus que tiene nos tiene confinados a lo largo y ancho del globo terráqueo, y están enfocadas a cómo deben manejar las empresas los nuevos tiempos, para sobrevivir y perdurar con éxito.

‘El efecto TALES’: O cómo las empresas pueden afrontar la crisis del coronavirus

Abril 2020 – Enrique de Mora

Desde 2003, la Fundéu, Fundación del Español Urgente, elige anualmente, asesorada por la RAE, su palabra del año. Siempre está relacionada con la actualidad. La primera de ellas fue, en el 2013, escrache, a la que siguieron selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018) y emoji (2019). Intuyo que este año, 2020, lo va a tener más fácil que nunca. Por culpa de la sorpresa mayúscula y globalizadora que parece haberse iniciado con la venta de un murciélago en un mercado de Wuhan, hay cuatro claras candidatas a palabra del año: coronavirus, Covid-19, confinamiento y cuarentena. Todas ellas empiezan con C (de crisis).

Hablemos de crisis, de futuro y del filósofo griego Tales de Mileto. Llevamos semanas confinados, asistiendo primero con incredulidad y luego con preocupación creciente a todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Estamos inmersos en una crisis sanitaria sin precedentes, de escala planetaria, que está derivando en la crisis social y económica probablemente más grave de la historia.

El frenazo de la economía adquiere ya proporciones gigantescas. ¿Cómo afecta todo esto a las empresas y a los negocios en general? En una primera fase, durante la cuarentena, lo prioritario es salvaguardar la salud de los empleados y la continuidad del negocio. ¿Y después? Esa es la gran cuestión.

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El cliente nuestro de cada día

‘El cliente nuestro de cada día’ es mi nueva colaboración en Sintetia.com la plataforma online de reflexiones sobre emprendedores, estrategia, economía y finanzas. 

De nuevo con uno de mis temas favoritos, el cliente, en un artículo que es continuación del publicado en enero de este año: https://www.sintetia.com/cliente-a-la-vista/

El cliente nuestro de cada día

Febrero 2020 / Enrique de Mora

En el artículo ¡Cliente a la vista!, publicado en enero de 2020, me centré en la captación de clientes. Obviamente, conseguir un cliente es un éxito, pero sólo es un primer paso. Hay que lograr mantenerlo. Y eso no es nada fácil. Una proporción nada desdeñable de clientes suele desaparecer. A veces, sabemos por qué y a veces, no.

Algo evidente, casi perogrullesco: para que el cliente repita, es fundamental satisfacer su necesidad. Un cliente insatisfecho no solo se plantea fugarse a la competencia, sino que además puede hacernos propaganda negativa. Mientras un cliente satisfecho suele hablar elogiosamente de nosotros y recomendarnos a cuatro o cinco personas (con suerte, y si logramos fidelizarlo hasta que se convierta en prescriptor), uno insatisfecho puede llegar a hablar mal de nuestro producto o servicio a una docena de semejantes. Por no mencionar el efecto de onda expansiva que se puede generar si decide publicarlo en redes sociales. 

Hace años, la compañía aérea United Airlines no gestionó correctamente la insatisfacción de uno de sus clientes, el músico canadiense Dave Carroll, y experimentó cómo las redes sociales pueden amplificar una queja hasta llegar a dañar la reputación de la marca. El incidente se produjo cuando Carroll, un cantante folk, viajaba con su banda hacia Nebraska. En el aeropuerto de Chicago, donde tenían que hacer conexión con otro vuelo, el músico vio cómo los empleados que transportaban el equipaje por la pista maltrataban su guitarra, que quedó seriamente dañada.

Después de un desgastante y estéril proceso de reclamación en el que Carroll reclamaba los 3.500 dólares que le costó su guitarra, decidió escribir una canción sobre su mala experiencia con United Airlines y difundirla a través de las redes, logrando convertirla en un rotundo éxito en internet. El video del tema “United Airlines rompe guitarras” fue visto casi 4 millones de veces y la canción ocupó en Canadá el puesto número 20 de ventas en iTunes. Sobra decir que la mala imagen que se asoció a la compañía y las pérdidas asociadas a este hecho convirtieron en irrisoria la cifra que en sus inicios reclamaba el cantante.

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¡Cliente a la vista!

Nueva colaboración en Sintetia.com la plataforma online de reflexiones sobre emprendedores, estrategia, economía y finanzas. 

Esta vez, retomo uno de mis temas favoritos, el cliente, como foco de nuestra atención, muy ligado con este artículo de hace unos meses: https://www.enriquedemora.com/en-los-medios/como-vender-mas-y-mejor-10-claves-para-lograrlo-articulo-en-sintetia-com/

¡Cliente a la vista!

Enero 2020 / Enrique de Mora

Todos somos clientes. Sí, todos. Por ejemplo, de bares y restaurantes. Y, por tanto, todos sabemos lo que se siente cuando tú, el cliente, estás sentado en la mesa de un bar, y el camarero te ignora olímpicamente. Tú, el cliente, quieres pedir algo y resulta que quién tiene que atenderte no lo hace y que eres tú quien debe estar pendiente de si te ve, en vez de al revés. ¿Les suena esta situación? O, quizá el problema no reside en la velocidad de atención inicial, sino en el tiempo que media entre el pedido y su servicio en la mesa.

Recordemos que Peter Drucker, el archiconocido padre del Management, decía que “el propósito de un negocio es crear y mantener un cliente”. O lo que es lo mismo: lograr que el cliente se convierta en nuestro fan. ¿El camarero o camarera del ejemplo lo ha conseguido? No precisamente. Esa falta total de orientación al cliente la podemos catalogar como “desorientación al cliente” … Y, claro, “desorientar” equivale a “hacer perder el sentido” y a “confundir”, por lo que un usuario desorientado tiene tendencia a perderse. Para siempre.

Pasemos al extremo contrario. ¿Conocen alguna empresa que pueda presumir de que sus clientes lleven su marca tatuada en el cuerpo? Hay muy pocas. Una de ellas es la mítica Harley-Davidson. Los “moteros” Harley te pueden sorprender en cualquier momento y lugar. Te los encuentras dónde menos te lo esperas. Por ejemplo, tras un “disfraz” de ejecutivo agresivo que, si viene a cuento, deja de hablarte de negocios, se arremanga la camisa y te muestra un tatuaje que atestigua su militancia…

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3, 2, 1… ¡Acción!

He aquí mi nueva colaboración para Sintetia.com la conocida plataforma online de inteligencia colectiva sobre emprendedores, estrategia, economía y finanzas. 

En este caso, son reflexiones sobre la dificultad de trasladar la estrategia a la acción. Todos conocemos el refrán «Del dicho al hecho hay un trecho», que, en este caso, aplicamos al mundo de la empresa…

3, 2, 1… ¡Acción! El gran reto de pasar de la estrategia a la ejecución

Octubre 2019 | Enrique de Mora

Los directores de cine lo tienen claro: 3, 2, 1… ¡Acción! Tener bien definido el objetivo de la película, idear y diseñar el guion y disponer del equipo adecuado es importante, pero llega un momento en que lo que toca es simple y llanamente actuar, así en el cine como en la vida (y en el trabajo). De hecho, Hitchcock, el cineasta británico, decía:

“Sin duda, lo más importante de una película es el guion. Puede que lleguemos a ver una mala película realizada a partir de un buen guion, pero jamás veremos una buena película realizada a partir de un mal guion”.

¡Pasa exactamente lo mismo con la gestión empresarial! Puede que lleguemos a tener malos resultados, aunque hayamos definido perfectamente la estrategia, pero difícilmente llegaremos al éxito a partir de una mala estrategia. Como le oí decir una vez a un directivo:

La estrategia sin ejecución es una ensoñación y la ejecución sin estrategia, una pesadilla.

Ilustrémoslo con algo que todos vivimos periódicamente. Llega el verano. Dos, tres o hasta cuatro semanas de vacaciones, para los más afortunados. A medida que se acerca la fecha de inicio, crece nuestra dicha. Y también crecen, hasta límites insospechados, nuestros planes y buenas intenciones: haré deporte cada día, leeré tantos y tales libros, haré estas excursiones, veré a esta gente, etc. Fin del verano. Toca hacer balance. No hemos cumplido más que el 10, el 20 o el 30% de lo que nos habíamos propuesto. ¿Qué ha fallado? La ejecución. Soñar es fácil, actuar es difícil.
Dicho de otro modo, el papel lo aguanta todo. La pizarra, también. Y no digamos el PowerPoint. El 80% de las empresas de nueva creación no sobrevive más allá de los cinco años.

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¿Lideras o contaminas? – artículo en Sintetia.com

He aquí mi nueva colaboración para Sintetia.com la conocida plataforma online de inteligencia colectiva sobre emprendedores, estrategia, economía y finanzas. 

Esta vez consiste en reflexiones variadas sobre algo tan complejo y dinámico como el liderazgo, un tema fundamental en la gestión empresarial y en la gestión de organizaciones de todo tipo. Aunque el liderazgo es un tema recurrente en mis libros, artículos y conferencias, hacía tiempo que no escribía al respecto, por lo que me tentaba volver a él.

Lideras o contaminas imagen

¿Lideras o contaminas?

Enero 2019 | Enrique de Mora

Lo sabes, liderar es más que dirigir, es más que mandar. Mandar es simplemente decir a los demás lo que tienen que hacer. Dirigir es un grado superior: significa coordinar el trabajo de los demás. Y, finalmente, liderar es conseguir que cada uno haga lo que tiene que hacer, pero actuando desde dentro del grupo, como uno más (no desde fuera, como al mandar o dirigir). Dicho de otro modo, la autoridad real se debe ganar, no imponer.

¿Qué provoca que las personas sigan a un líder? Muy sencillo, el percatarse de que el jefe defiende los intereses de sus colaboradores, no solo los suyos.

Del modelo antiguo —“Yo debo tener todas las respuestas, para eso soy el jefe”—, al modelo actual —construir equipos que sean la suma de muchas libertades, atrevidas pero consensuadas— hay todas las variantes de liderazgo posibles. Lo cierto es que no existe una única forma de ser un buen líder (como también hay muchas formas de ser un mal jefe).

Alguien que prefirió guardar el anonimato dijo que el liderazgo consistía en “mantener a los cinco subordinados que odian al jefe alejados de los otros cuatro que aún están indecisos”.

Establecer recetas para convertirse en un líder perfecto es algo imposible, dada la multiplicidad de situaciones a las que tiene que enfrentarse un directivo. Parafraseando a W. Somerset Maugham: hay tres reglas para crear buenos líderes, pero desafortunadamente, nadie las ha encontrado todavía. A lo sumo, se pueden señalar criterios de lo que podrían ser atributos de liderazgo acertados, siempre teniendo en cuenta que

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